(Perdonen pero esta pagina se volvió futbolera)
UN TRIUNFO MUY DIFICIL DE OLVIDAR
Danubio es campeón... a lo grande
UN TRIUNFO MUY DIFICIL DE OLVIDAR
Danubio es campeón... a lo grande
Los de la franja tuvieron una tarde soñada, golearon a Peñarol, acallaron a un estadio repleto de manyas y se coronaron como los mejores del torneo. Fue un triunfo categórico, con clase y sin perder para nada el estilo que los caracterizó durante todo el campeonato, de fútbol, toque y de pelota bien jugada.
Pero además, con el plus enorme de haber remontado el partido, de no perder la línea ni siquiera cuando Vigneri, a poco de comenzar, puso el partido uno a cero a favor del carbonero y el estadio se partió en un griterio que podía incomodar a cualquiera.
Sin embargo, quedó plenamente demostrado que el técnico Matosas trabajó no sólo tácticamente el partido, sino que concientizó a sus muchachos de lo que tenían por delante.
Era hora de hacer valer lo que habían logrado en tantos partidos, de retomar el fútbol que habian desplegado a lo largo del torneo y que le había dado el privilegio de ser puntero por varias fechas.
Hubo un hecho que marcó definitivamente el partido y fue la lesión de Montero, a los 18 del primer tiempo, porque lo "sientieron" ambos.
Era hora de hacer valer lo que habían logrado en tantos partidos, de retomar el fútbol que habian desplegado a lo largo del torneo y que le había dado el privilegio de ser puntero por varias fechas.
Hubo un hecho que marcó definitivamente el partido y fue la lesión de Montero, a los 18 del primer tiempo, porque lo "sientieron" ambos.
Peñarol se resquebrajó en defensa y mostró errores que a su vez comenzó a capitalizar Danubio, que sin Montero en la zaga rival se animó a llegar por todo el frente de ataque y fundamentalmente por Salgueiro, la figura danubiana del primer tiempo.
Ese volumen de juego de la franja creció, por eso no extrañó que el empate llegara con un golazo de "Nacho" González, de cabeza, cuando nadie se preocupó de encimarlo.
Ese volumen de juego de la franja creció, por eso no extrañó que el empate llegara con un golazo de "Nacho" González, de cabeza, cuando nadie se preocupó de encimarlo.
Pero Danubio siguió de largo, porque Peñarol sintió el golpe y la franja siguió jugando y desplegando su fútbol. Ya Nacho se apoderó del balón, Grosmuller fue por momentos desequilibrante y, arriba, Salgueiro terminó de enloquecerlos cuando picó por derecha y ante la salida de Castillo, "pinchó" el balón y anotó el segundo para delirio de un puñadito de hinchas apostados en la América.
Para el complemento se dio todo para Peñarol. Penal mal sancionado en el arranque, y Vigneri que le entró muy abajo al balón para que se fuera encima del travezaño.
Eso fue otro aliciente para la franja, que comenzó a dominar en todos los sectores. Los aurinegros se fueron desdibujando y ni apelando a los cambios pudo Gregorio Perez recomponer el equipo. Danubio llegó con justicia al tercero, otra vez ganando "Nacho" González en el área enemiga, y, para ponerle un digno broche de oro, Cavani, que había ingresado en el correr del complemento, cerró la goleada.
Un triunfo inobjetable de un equipo que fue mejor en todo sentido, que no le pesó la responsabilidad y que es un justo campeón. (fuente: La República)
GUSTAVO MATOSAS, EL TÉCNICO CAMPEÓN
"Se recibieron de verdaderos cracks"
Gustavo Matosas le ganó a todos... Llevó a Danubio a lo más alto del Apertura, dando una muestra de enorme profesionalidad y capacidad técnica. "Los jugadores fueron unos leones, se recibieron de verdaderos cracks...", dijo el entrenador.
"Le estoy muy agradecido a todos los jugadores. Dejaron todo en la cancha, jamás perdieron la calma, ni siquiera cuando se encontraron en desventaja. Fueron unos leones, todos cumplieron como verdaderos campeones. Salgueiro hizo un partidazo, Nacho es pura calidad, Lima demostró de que chapa está hecho. Y para los que hablaban de Conde, hoy cuando las papas quemaban, ganó siempre de arriba. Es un arquerazo. En el vestuario, le agradecí uno a uno a todos los jugadores, se recibieron de cracks, como lo marca la historia misma de Danubio".
"A lo largo del año jugamos este fútbol. Un fútbol dinámico, divertido, mirando siempre al arco de enfrente. Quiero disfrutar este triunfo junto a mi familia, sobretodo con mis dos pequeños hijos. Y se lo quiero dedicar de todo corazón a Don Raúl Bentancor, un tipazo con mayúscula. Se jugó siempre por mi, al igual que los hermanos Del Campo, que me bancaron a muerte".
"Soy hincha de Peñarol y no tengo porque ocultarlo. Desde chiquito, después fui jugador y todos saben lo que significa esa camiseta para mí. Pero hoy estoy trabajando en Danubio y nadie podía poner bajo sospecha que yo quería de corazón que ganara Danubio. Porque soy el técnico y sobretodo por mis jugadores que se parten el mal en todos los partidos".
"Me voy caminando a San Cono, hicimos una promesa con Jorge Giordano y hoy mismo salimos hacia Florida para cumplir y ofrecerle al santo nuestro triunfo".
Gustavo Matosas, el técnico campeón.
Gustavo Matosas, el técnico campeón.
TRAS LA SALIDA DE PAOLO MONTERO SE DESARMÓ EL AURINEGRO Y EL EQUIPO DE MATOSAS NO PERDONÓ ¡Está grande! En el partido en el que tenía que demostrar que la pelota no pesaba más que en otras tardes, Danubio ganó al fútbol, le pasó por arriba a Peñarol y se quedó con el título que le asegura un lugar en la definición del Uruguayo 2006-2007POR LUIS EDUARDO INZAURRALDE DE LA REDACCIÓN DE EL OBSERVADOR Danubio quedó otra vez cara a cara contra esos fantasmas que durante tantos años dejaron en evidencia la fragilidad anímica -porque talento tenían- de algunos futbolistas, que en las difíciles no supieron resolver los partidos decisivos a favor del franjeado. Un poco por la presión que metían los pesos pesados en la AUF y otro porque en cada definición la historia de los grandes era insostenible adentro de la cancha. Danubio salta a la cancha a jugar otra final con Peñarol, pero los fantasmas ya no meten miedo, apenas inquietan a algunos descreídos y le hacen cosquillas a los que la sufrieron desde adentro en las tardes más difíciles. Las tardes de esas derrotas, que lo revolcaron por las más crueles críticas y resaltaron la condición de cuadro chico, que fueron dejando un sedimento que formó una estructura sólida y que sirvió de pilar para la nueva fisonomía del equipo de Maroñas. Los fantasmas acechan. Paolo Montero mete miedo en la defensa, ya no por su fútbol ni sus tranques, sino por su estampa de crack. Salgueiro no se intimida, pero -como confesó previo al partido- lo admira.Apenas 13 minutos de fútbol, Salgueiro entregó mal la pelota y Acosta y Vigneri se hicieron un festín en los 70 metros que corrieron de área a área con la que rueda para que el delantero pusiera el 1-0. Los que se reían ya no se ríen. Están serios. Los fantasmas vuelven. ¿Podrá Danubio? Matosas mira al piso y busca alternativas. Está difícil, pero hay una alternativa por ese flanco derecho en el que Olveira hace agua y Jorge García y Salgueiro se divierten. El lateral de Peñarol quedó mal parado una vez y los danubianos se dieron cuenta que por ahí está el partido. Peñarol sufre lo peor. Paolo se resintió de la vieja molestia y se va caminando, herido, igual que su equipo. Luiz Nunes perdió a su referente, se quedó sin respaldo anímico y volvió a ser el zaguero endeble de la época de Diego Aguirre y Luis Garisto. Para Olveira es insostenible la presión y Maxi Arias, quien se desempeña de zaguero improvisado, no es solución. Es más, su sector es el blanco al que apunta Danubio.El calor es insoportable y los aurinegros comienzan a sentir el sofocón, casi peor que el que dejó la salida del capitán. Danubio se aprovecha, aleja los fantasmas y Nacho González, de cabeza aprovecha el error de la defensa mirasol para poner el 1-1. Delorte camina por la cancha. Los brazos en jarra evidencian agotamiento. A Peñarol no le sale nada, pero nadie lo puede dar por muerto porque Gregorio siempre tiene una carta en la manga. Salgueiro le da otro golpe a Peñarol. A los 40 minutos puso el 2-1 y encaminó a su equipo al triunfo. Los fantasmas están lejos. Pero vuelven en el arranque del segundo tiempo con el penal a Vigneri, que el delantero manda a tercer anillo de la Colombes. Danubio ahuyenta definitivamente a los fantasmas. La magia es cada vez más evidente. Los jugadores de Peñarol miran, los hinchas sufren, el franjeado disfruta. Gregorio prueba las últimas fórmulas. Carpia a la cancha por Olveira y en el final Apellaniz. Mmmm..., la suerte ya no está con el técnico aurinegro.Nacho, otra vez de cabeza, pone el 3-1 y Cavani lo cierra en los descuentos. 4-1. Danubio da media vuelta olímpica. La copa del Apertura está en las vitrinas de la sede de 8 de Octubre y los fantasmas son historias porque al franjeado le queda bien el atuendo de grande en el fútbol uruguayo.
"GRACIAS DANUBIO"
No comments:
Post a Comment